me enamore 

como una vil idiota me enamore 

le aposte a alguien con el que sabia que iba a perder, pero igual aposte. 

como explico esto 

nunca en mi vida me habían hecho dudar de todos los pilares en los que he basado mi vida, este chico, que ademas es 10 años menor que yo, me lleno de detalles, de momentos, de historias que nunca pensé vivir. Me dijo por primera vez que me amaba en la playa, a la luz de la luna y escrito en la arena. Lleno de dulce todas las partes de mi vida, me enseño pero sobre todo me obligo, porque si fue así, a entregarme sin reserva y a confiar como nunca antes había confiado en alguien. 

fue capaz de hacerme ver en un futuro, acompañada por él y me hizo replantearme mi NO querer ser madre de nuevo. Hoy un poco mejor, pero con el corazón partido puedo decir que no hizo más que lo que yo espero que hagan los demás. 

Hace tres días, me dijo que quería intentar conocer a alguien más del cual se estaba enamorando, y ¿ahora yo que hago con este amor? , con este amor que el mismo sembró y regó para luego dejarlo tirado al azar. como le explico a mis sueños que ya no van a hacerse realidad, que ya no hay un futuro con él, pero sobre todo que ya no voy a intentar ser mamá. 

como asesino y entierro a los sueños más bonitos que he tenido en toda mi vida, solo porque el conoció a alguien "mejor" y es aquí cuando vuelvo a entender, de la peor manera posible, que esas barreras que uso para que nadie entre a mi vida, son las más seguras para no sufrir como siento que estoy sufriendo ahora. 

Lo amo, con cada partícula y célula de mi piel, pero ahora lo único que me queda por hacer es extrañarlo, extrañar las noches durmiendo a su lado, las risas, los juegos, las charlas, los besos, los  abrazos, pero sobre todos esos te amo con pasión, que me decía cada vez que me hacia el amor. Y desearle con toda mi alma que sea feliz y que la chica con la que esta saliendo no lo cambie a finales de año como hace con todos los novios que tiene. 

Hoy me despido con esto, con la satisfacción de saber que mi corazón si es capaz de volver a amar, pero con la tristeza que por más que escojas a la persona, nunca es seguro entregar este órgano a alguien más... 

¿Qué hacer con mi vida?...

Hace poco menos de un año perdí mi empleo, y lastimosamente gracias a ellos, me di cuenta que la que aparece en mi registro civil como mi mamá, solo quiere a las personas a su lado cuando le conllevan una ganancia económica, me quito el poco dinero que me quedaba y me hecho de su casa como un perro y con mi hijo de 8 años a la calle, gracias a Dios hay personas todavía buena en este mundo y en estos momentos estoy viviendo en la casa de una tía, que me ha recibido con mi hijo. 

Eso por un lado, por otro, tenía un novio con el que ya llevaba un poco más de un año, cuando me di cuenta que me engañaba con una compañera del trabajo y luego me sale con la excusa de que no esta preparado para compartir una relación con un niño a bordo y que ya se sentía en una relación de papá y mamá, cabe destacar que uno de nuestros principales problemas es que yo no quiero tener más hijos, y gracias a esto me reitero sobre mi posición frente a los hijos. Debo decir que en el mismo momento que me di cuenta del engaño, se termino por completo la relación. Y con esto no estoy diciendo que él sea malo, solo siento que se equivoco, que debió hacer las cosas de manera diferente, sobre todo porque a pesar de no haberle hecho ninguna escena, siento que me hizo mucho daño. 

Y ahora en la parte más importante, porque las dos anteriores aunque me dolieron me hicieron comprender que si alguien no quiere estar a tu lado, lo mejor es retirarse y ya, es mi situación laboral, desde el año pasado no he podido encontrar empleo y son pocas a las entrevistas que he asistido. Casi todos los correos que recibo es que ya encontraron a una persona para el cargo, que mi perfil no se ajustas a sus características y en todos los casos siempre dicen que en caso de presentarse una vacante que se ajuste a mi perfil se estarán comunicando conmigo. 

Ya estoy al punto del desespero, la única parte positiva de todo aquello es que puedo dedicarle tiempo a la crianza y educación de mi hijo, pero siento que a nivel económico no puedo darle todo lo que él se merece y que yo quisiera darle. No me da pena afrontar que en algunos momentos me he sentido decaer y sentir que no puedo con la situación, pero mi hijo es la fuerza que necesito. Aunque mis fuerzas se debilitan, en estos momentos el aislarme no me ha servido como en crisis anteriores y siento que poco a poco entro en cuadros de depresión, donde siento que mi vida no tiene sentido y que no soy digna de vivir.

Esto anterior no sé con quien hablarlo, tengo una tía que es como mi mamá, ella fue la que me crío, pero no quiero preocuparla más de lo que ya esta por mi situación, intento ser optimista frente a todo, pero es realidad siento que el optimismo pasa totalmente de mi. 

Y si alguien lee esto, se preguntará porque lo estoy escribiendo aquí, porque desde muy pequeña he sido mucho mejor expresarme de manera escrita que de manera verbal. Y saben, juzgarme ahora de verdad que no serviría de mucho, yo soy completamente consiente que hay personas que tienen situaciones mucho más difícil, pero esta situación ya ha estado tan prolongada que las fuerzas me van abandonando, aunque yo intento mantener siempre ocupada, de leer, hacer ejercicios, salir de la casa, enviar muchas, muchas, muchas hojas de vida. Pero ya casi no me dan ganas de más, evito ver a mis amigos y evito hacer más amigos, mi mundo en este momento es mi hijo. 

Por ahora no se que hacer con mi vida, y sigo en la misma taciturna de encontrar un empleo de manera rápida.  

Mendigar amor, es dejar de quererme a mi

Cuando tenia 17 años, conocí al que para mi, en ese momento, sería el amor de mi vida.

Pasaron muchas cosas que la verdad es mejor no recordar, y hoy es el papá de mi hijo. No vivimos juntos y la verdad es que poco me importa su vida. Hoy salgo con un hombre maravilloso, y con él he aprendido a que el amor no se mendiga, simplemente llega, se queda, madura y si quiere se va. 

Con mi primer novio, llore lo que no esta dicho y le rogué infinita cantidad de veces, y aun sabiendo que él salia con alguien más, que presentaba a otras chicas como su novia, olvidándose de mi, yo igual lo llamaba, le mandaba mensajes de texto diciéndole lo mucho que lo amaba y todo lo que lo extrañaba. Todas las personas de mi alrededor me decían que me tenía que "hacer desear" y no ser tan "ofrecida", ni estar a disposición de él cuando quisiera. 

Hoy me doy cuenta, que el hecho no era hacerme desear, era simplemente aceptar que esa otra persona, no me valoraba y poco le importaba si me hacía sufrir. Con mi actual pareja, no me hago desear, él ya me hace sentir deseada y valorada, nunca me ha hecho llorar pero sobre todo intentamos ser lo más sincero posible con la otra persona. 

Con los pasos de los años, me di cuenta que las indirectas en Facebook no surtían efecto, solo servían para hacerme ver menospreciada, desesperada pero sobre hicieron que mi autoestima bajara cada vez más, le dí poder para que él hiciera conmigo lo que quisiera. 

Y la lastima, las mujeres cuando estamos despechadas intentamos hacer que el hombre sea el malo, y hablamos de "todo lo que te dí", "todo lo que te quise", "solo jugaste conmigo", etc. y no voy a decir que no, hay hombres que lo hacen, pero también tenemos que tener en cuenta que el desamor a veces llega y ya por mucho que tu quieras a la otra persona, no puedes amar por dos, las relaciones son de dos. Muchas veces no hay una tercera, pero igual intentamos encontrarla en cualquier rincón. 

Hablar mal de la otra persona, otra de los síntomas que estamos despechadas. De un momento a otro una relación de dos, tres o cinco años, fue nuestro peor error, fue un tiempo perdido y ahora si empezamos a encontrar todos los defectos. 

Hoy tengo presente que todo los momentos felices nunca fueron un erros, y que todas mis equivocaciones y las de mi "ex amor", son enseñanzas que me ayudan a moldear de una forma mucho más realista lo que quiero en mi vida..

Este post lo escribo porque vea a mi alrededor muchas mujeres despechadas y adoloridas, y mi mensaje  final es "chicas, si no eres feliz sola, nunca lo serás acompañada". 

Tengamos y seamos mucho más realistas con nuestras virtudes, pero sobre todos seamos muy conscientes de nuestros defectos... 

Feliz Lunes!

No nací para casarme...

La verdad es que no lo sé, simplemente con mis veinti tantos casi treinta no siento una necesidad en mi vida tener una pareja con la cual casarme, el problemas son las personas que me rodean, es decir, mi familia. 

Hace poca más de dos años una prima que ya pasaba los 35 años se caso y no falto la llamada telefónica donde una tía, casi mi mamá, me preguntaba ¿Para cuando me iba a casar yo? que dónde estaba mi novio que ya me estaba dejando el bus.

Y por si fuera poco, ya también tengo que escuchar comentarios de mi mamá diciéndome: "Todos no son iguales", "Todos los hombres no son igual al bobolitro". 

Pero es que no lo hago por una decepción amorosa, lo hago porque no me veo a estas alturas de mi vida pendiente de un hombre, preguntándole como le fue en el trabajo y si ya comió, como tampoco estoy preparada para que otra persona me pregunte sobre mi día o me pregunte porque no conteste el celular. 

Yo soy fiel creyente que en el mundo hay personas que nacemos para vivir solas y no tener parejas, y con esto no estoy diciendo que no salgo con chicos, por supuesto que lo hago, en cierta forma los quiero y me la paso muy bien con ellos, pero cuando el corazón se empieza a implicar simplemente salgo corriendo lo más rápido a la dirección contraría. 

Cuando digo que mi corazón se empieza a implicar, quiero decir, a que empieza a tener sentimientos sobre la otra persona que no puedo controlar, ahí es cuando salgo, con estos sentimiento hablo sobre: querer hablar con esa persona todo el día, y si no lo hago entonces estar pendiente si esta conectado a alguna red social; querer pasar más tiempo con él y que su tiempo sea exclusivamente mio; pero lo que me hace salir corriendo es pensar en él con otra persona y que los celos que me den sean incontrolables, justo ahí, huyo. 

Con esto no estoy diciendo que esos sentimientos sean malos, solo que yo no los sé procesar y prefiero no tener que lidiar con ellos, pero aparte de todo y volviendo al primer párrafo, lo peor de ser soltera por convicción es tener que aguantar los prototipo de las demás personas que piensan que una mujer no puede ser feliz si no tiene a un hombre al lado. Y lo peor de ello es que piensen que en tu vida solo ha habido un solo hombre que fue el que te "rompió" el corazón, ¡No! no es así, es simplemente es por elección y si hay más hombres en mi vida, el que mi familia no lo sepan no significa que no existen. 

El día que decidí no volverme a enamorar

El día que decidí no volverme a enamorar, no fue un día en concreto, simplemente paso. Fue el cumulo de muchas decepciones por parte del hombre que yo en su momento pensé que era el "amor" de mi vida, y creo que ese fue mi error. 

Yo me enamoré, como casi todo el mundo, muy pequeña, apenas tenía 16 años y le entregue mi corazón al primer hombre que me pareció guapo, pero sobre todo que me dijo cosas lindas y con él duré 4 años, y en esos años pasó de todo: fui feliz, lloré. me decepcione, sentí mucha rabia, pero lo peor de todo es que me deje de querer y me deprimí. 

Digo lo peor de todo, porque eso es lo que uno nunca debe dejar de hacer, quererse a si mismo, y yo sé que puede sonar como una "Frase de cajón" pero es cierto. Tal fue mi abandono hacía mi misma y tal fue el "amor" que sentí por él. Que yo le permití hacerme muchas cosas que cada vez me hacían más infeliz, sentir menos bella, pero sobre todo menos querida. 

Llegué a un punto donde sentía que ningún otro hombre me iba a mirar y que solo estando con Él iba a estar acompañada, le pase infidelidades, humillaciones, comparaciones, insultos, maltratos y millones de cosas que hoy en día no puedo creer que lo dejara hacer. 

Durante estos cuatro años intenté una cantidad infinita de terminar la relación pero la depresión en la que entraba era tal que siempre volvía al mismo "circulo vicioso", porque aunque no lo crean, sí es un vicio del cual es muy difícil salir. 

Pero se preguntarán, ¿cómo hice para salir de esa relación?, y la verdad es el cumulo de muchas cosas: el cansancio, la desmotivación, el agotamiento de luchar contra la corriente, pero sobre todo el darme cuenta que estaba intentando convencer a alguien de estar conmigo cuando su única prioridad era estar con muchas mujeres y poco o nada le importaba lo que yo sentía. 

Pero también hubo un factor muy importante, un hijo, el cual ya dependía de mi que me puso a pensar que clase de vida le iba a dar pero sobre todo que ejemplo iba a tener con una mamá que no se respetaba. Ese día decidí darle todo mi amor a ese pequeño pedacito de mi que necesitaba verme feliz, pero sobre todo tranquila para poder crecer en armonía. 

Hoy siete años después sigo pensando que fue lo mejor, desde entonces he decidido no volverme a enamorar, por dos sencillas razones, la primera: no quiero quitarle tiempo a mi hijo con relaciones transitorias y la segunda: pero la más importante, no quiero volver a sentir, ni a vivir todo lo que viví  en mi primera relación. 

No quiero volver a enamorarme y darle a esa persona el poder de hacer de mi lo que yo no quiero, no quiero volver a sentir todo lo que sentí, ni mucho menos las inseguridades que te da ser victima de una infidelidad. 

No voy a decir que no tengo relaciones, pero por lo general las veo como amigos con los que salgo, con los que me divierto y poco más, no voy a decir tampoco que no los quiero, pero es como cuando se quiere a un amigo, pero sentimentalmente nunca me involucro y cuando siento que ya no puedo manejar mis sentimientos, simplemente me alejo. 

Esto es un poco de mi vida, de una chica más y normal, que trata de vivir experiencias nuevas en una sociedad llena de estímulos que hay que descubrir, hoy no les voy a decir cada cuanto publicaré porque yo tampoco lo sé, este es un post que simplemente nació hoy cuando decidí empezar a contar un poco de mi historia.