Yo me enamoré, como casi todo el mundo, muy pequeña, apenas tenía 16 años y le entregue mi corazón al primer hombre que me pareció guapo, pero sobre todo que me dijo cosas lindas y con él duré 4 años, y en esos años pasó de todo: fui feliz, lloré. me decepcione, sentí mucha rabia, pero lo peor de todo es que me deje de querer y me deprimí.
Digo lo peor de todo, porque eso es lo que uno nunca debe dejar de hacer, quererse a si mismo, y yo sé que puede sonar como una "Frase de cajón" pero es cierto. Tal fue mi abandono hacía mi misma y tal fue el "amor" que sentí por él. Que yo le permití hacerme muchas cosas que cada vez me hacían más infeliz, sentir menos bella, pero sobre todo menos querida.
Llegué a un punto donde sentía que ningún otro hombre me iba a mirar y que solo estando con Él iba a estar acompañada, le pase infidelidades, humillaciones, comparaciones, insultos, maltratos y millones de cosas que hoy en día no puedo creer que lo dejara hacer. Durante estos cuatro años intenté una cantidad infinita de terminar la relación pero la depresión en la que entraba era tal que siempre volvía al mismo "circulo vicioso", porque aunque no lo crean, sí es un vicio del cual es muy difícil salir.
Pero se preguntarán, ¿cómo hice para salir de esa relación?, y la verdad es el cumulo de muchas cosas: el cansancio, la desmotivación, el agotamiento de luchar contra la corriente, pero sobre todo el darme cuenta que estaba intentando convencer a alguien de estar conmigo cuando su única prioridad era estar con muchas mujeres y poco o nada le importaba lo que yo sentía.
Pero también hubo un factor muy importante, un hijo, el cual ya dependía de mi que me puso a pensar que clase de vida le iba a dar pero sobre todo que ejemplo iba a tener con una mamá que no se respetaba. Ese día decidí darle todo mi amor a ese pequeño pedacito de mi que necesitaba verme feliz, pero sobre todo tranquila para poder crecer en armonía.
Hoy siete años después sigo pensando que fue lo mejor, desde entonces he decidido no volverme a enamorar, por dos sencillas razones, la primera: no quiero quitarle tiempo a mi hijo con relaciones transitorias y la segunda: pero la más importante, no quiero volver a sentir, ni a vivir todo lo que viví en mi primera relación.
No quiero volver a enamorarme y darle a esa persona el poder de hacer de mi lo que yo no quiero, no quiero volver a sentir todo lo que sentí, ni mucho menos las inseguridades que te da ser victima de una infidelidad.
No voy a decir que no tengo relaciones, pero por lo general las veo como amigos con los que salgo, con los que me divierto y poco más, no voy a decir tampoco que no los quiero, pero es como cuando se quiere a un amigo, pero sentimentalmente nunca me involucro y cuando siento que ya no puedo manejar mis sentimientos, simplemente me alejo. Esto es un poco de mi vida, de una chica más y normal, que trata de vivir experiencias nuevas en una sociedad llena de estímulos que hay que descubrir, hoy no les voy a decir cada cuanto publicaré porque yo tampoco lo sé, este es un post que simplemente nació hoy cuando decidí empezar a contar un poco de mi historia.

Pues ya somos dos. Pero en mi caso, lo que era voluntario ha crecido de un modo desmedido pasando a ser una muralla infranqueble e involuntaria. Voy a necesitar ayuda
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